lunes, 19 de diciembre de 2011

Trabajo colaborativo.

Trabajo infantil y debate sobre los niveles de vida

Con la industrialización, las mujeres adquirieron mayor presencia en ciertos trabajos: servicio doméstico, industria textil (hilado, confección), tarcas agrícolas y ganaderas o en las minas, sobre todo en su superficie, pro también arrastrando vagonetas en las galerías.
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Hubo pocas mujeres trabajando en la siderurgia o la metalurgia en los puertos, en la extracción minera y en la construcción. Sin embargo, en la industria textil eran muy abundantes y cumplían con las mismas jornadas agotadoras de los varones. A pesar de ello, los salarios de las mujeres eran sustancialmente inferiores a los de los hombres (ya de por sí muy bajos).

El trabajo infantil formaba parte esencial de la economía familiar y había una opinión favorable a su existencia. Predominaba la idea de que el trabajo era bueno para los niños, pues les hacía útiles para la sociedad, les permitía ayudar a sus familias y les hacía madurar antes.
Los niños y las niñas tenían largas jornadas de catorce horas diarias, que a veces llegaban a las dieciocho, y percibían salarios más bajos que los de los adultos. La asistencia a la escuela era poco frecuente: tan solo dos o tres años de su vida, lo justo para aprender a leer y escribir y adquirir unos mínimos conocimientos. Una muestra de su eficacia laboral es que hacia 1820 un niño con dos telares podía producir quince veces más que un artesano rural.

La legislación protectora de la infancia fue escasa y se aplicó sin demasiado interés. La prohibición del trabajo a menores de nueve años fue establecida en el Reino Unido por la Factory Act o Ley industrial de 1833.

LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA CLASE TRABAJADORA

Después de un examen tan detallado como me ha sido posible, les solicito hacer una recapitulación de las conclusiones principales que dicho examen me permite establecer:
Primero, en cuanto al grado y efectos de los males que son objetos de esta pregunta:
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Que son frecuentes entre la población de muchos lugares del reino diversas formas de enfermedad y epidémica, endémica, o cualquier otra causada, agravada o propagada principalmente entre las clases que trabajan entre impurezas atmosféricas producidas por la descomposición de sustancias animales y vegetales, por la humedad y la suciedad y cerca de viviendas atestadas; también están presentes en lugares donde las viviendas están separadas, en pueblos rurales, pequeñas o grandes ciudades, especialmente en los barrios más pobres de dichas ciudades.

Dicha enfermedad, en cualquier parte donde es común, siempre está relacionada con las circunstancias físicas antes señaladas, y cuando dichas circunstancias son eliminadas por un buen drenaje, limpieza apropiada, mejor ventilación u otro medio de disminuir la impureza atmosférica, la frecuencia y la intensidad de dicha enfermedad disminuye; y donde los agentes nocivos se eliminan, la citada enfermedad desaparece casi por completo.

Que la pérdida anual de vidas humanas a causa de la suciedad y la mala ventilación es mayor que la de muertos o heridos en cualquiera de las guerras en las que el país se ha comprometido en los últimos tiempos. De las 43.000 viudas y 112.000 huérfanos indigentes, aliviados por las ayudas de la beneficencia pública en Inglaterra y Gales, la mayor parte son causadas por la muerte de los jefes de familia debida a las razones ya señaladas. La edad media de estos no rebasaba los 45 años; es decir, 13 años por debajo de la esperanza de vida que tiene la población en Suecia. Pero apenas se cumplió. Sólo a partir de 1844 la situación de la infancia comenzó a mejorar. Aun así, en la Inglaterra de mediados del siglo XIX trabajaba más de un tercio de la población menor de 15 años

EL DEBATE SOBRE LOS NIVELES DE VIDA

La situación social de los obreros durante la revolución industrial fue y sigue siendo motivo de interés para numerosos estudiosos y observadores de la realidad británica del siglo XIX. Especialmente relevante fue el estudio que Friedrich Engels realizó en 1845 sobre La situación de la clase obrera en Inglaterra, donde reflejaba con acento dramático los penosos efectos de la industrialización sobre los obreros ingleses. Estos informes permitieron debatir desde entonces si la clase trabajadora británica mejoró su nivel de vida a lo largo del siglo XIX.

Muchos estudiosos de la época pensaban que las penosas condiciones de vida de los obreros industriales durante el siglo XIX habían supuesto un fuerte descenso en los niveles de vida respecto de la situación de los campesinos y los trabajadores de los talleres gremiales.

El estudio de los datos salariales y la evolución de los niveles de consumo de los obreros industriales vinieron a matizar esa idea pesimista. Desde entonces ha existido una viva polémica sobre ese asunto.

Las conclusiones señalan que el nivel de vida mejoró durante el siglo XVIII. Pero poco después emporó a causa del crecimiento de la población, las transformaciones del sistema productivo y las consecuencias de las guerras con la Francia revolucionaria y napoleónica. Pero, superada esta etapa, hubo una mejora progresiva de los niveles de vida y bienestar de las capas sociales inferiores.

Vídeos relacionados:
Vídeo del día mundial contra el trabajo infantil.
Video sobre el trabajo infantil.
Video de las causas y las consecuencias del trabajo infantil.

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